Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Todos aquellos momentos que viví son como fotogramas en mi memoria guardados en una pequeña caja. Una caja de recuerdos inolvidables. En la que tú eras el núcleo central. El mecanismo que ponía en marcha el engranaje de mi felicidad. La pieza fundamental de mi vida, o eso creía yo.
¿Todavía recuerdas? ¿Recuerdas aquel momento sentados en tu coche mientras las gotas de lluvia inundaban el parabrisas? Sentados uno al lado del otro pero aquella vez éramos como dos totales desconocidos, con la mirada perdida en el horizonte, pensativos. Aquel día comencé a comprenderlo todo. Ya no te miraba con los mismos ojos, ya no tenía la misma ilusión. No te quería, ya no.
Te lo advertí una y mil veces.Creías que no era capaz de tomar aquella decisión. Que te perdonaría siempre tus errores, pero estabas equivocado. ¿Y sabes? Me cansé. Me cansé de aguantar tus tonterías, que solo tú fueras el centro del mundo y que yo para ti fuera un simple muñeca que te acompañaba a todos lados. Me cansé de sentirme sola por las noches y entretanto tú te refugiabas en los labios de aquellas desconocidas.
Lo di todo por tí y de eso no me arrepiento. No me lamentaré por el amor que nunca me llegaste a dar. Soy feliz. Feliz de tomar aquella decisión. Pero no puedo evitar recordar como si fuera ayer todos los momentos que viví contigo cuando te veo.
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